Tu cerebro te sabotea: cómo aplicar la Economía Conductual en tu proceso de decisión

Elvira Opina Mar 19
3 min
Tu cerebro te sabotea: cómo aplicar la Economía Conductual en tu proceso de decisión

Dime la verdad: ¿a qué más de una vez te has prometido que esta vez sí: nada de gastos innecesarios?

Dime la verdad: ¿a qué más de una vez te has prometido que esta vez sí: nada de gastos innecesarios? Pero, dos días después, te sorprendes con una freidora de aire que apenas cabe en la cocina, otra suscripción de streaming y un bote de aceitunas gourmet… Aunque ni siquiera te gustan las aceitunas.

No es casualidad, el ser humano no es completamente racional (por mucho que la Teoría Neoclásica se empeñe en defenderlo). A diferencia de la teoría económica clásica, que asume que todos somos racionales y tomamos decisiones basadas en nuestras preferencias, la Economía del Comportamiento demuestra que nuestras elecciones están influenciadas por emociones, sesgos cognitivos y el entorno en el que nos movemos.

Daniel Kahneman y Richard Thaler, prestigiosos premios Nobel de Economía, han estudiado durante décadas cómo nuestro cerebro nos juega malas pasadas cuando manejamos dinero. Y si no aprendemos a identificar estos sesgos, seguiremos gastando de más, invirtiendo mal y tomando decisiones financieras que parecen sensatas en el momento, pero que luego lamentamos.


Cómo lo irracional afecta a tu bolsillo (y a más cosas)


Uno de los sesgos más poderosos es el efecto anclaje. Nuestro cerebro tiende a darle un peso desproporcionado a la primera información que recibe, especialmente cuando se trata de números. Lo vemos en las negociaciones, en los precios tachados de los descuentos y hasta en la percepción de valor de un producto o servicio.

Otro sesgo que domina nuestras finanzas es la aversión a la pérdida. Richard Thaler demostró que las personas sienten más dolor al perder 50€ que satisfacción al ganar esa misma cantidad. Es el motivo por el que seguimos pagando suscripciones que no usamos, mantenemos inversiones ruinosas o nos aferramos a negocios que llevan tiempo sin funcionar.

Y todo esto no solo aplica a las decisiones financieras, porque estoy segura de que más de un ejemplo del día a día te ha venido a la cabeza con estos dos sesgos… Nos aferramos a cosas inútiles solo por sufrir el poder de estas limitaciones cognitivas.


Cómo evitar que tu cerebro arruine tus decisiones financieras


  • Antes de comprar, cuestiona el precio: Sobre todo en fechas como Black Friday o Navidad. Comprueba si el descuento es real y si pagarías el precio original.
  • Desafía la aversión a la pérdida: Pregúntate: “Si hoy empezara de cero, ¿volvería a elegir esto?”. Si la respuesta es no, cambia de estrategia.
  • Usa la inercia a tu favor: Automatiza ahorros e inversiones para que las emociones no dicten tus decisiones.

En Economía Para Adultos creemos que la Economía Conductual no es solo una escuela, sino el complemento que hace más humana y real la Economía a la hora de analizar cómo tomamos decisiones.

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Publicado en: Blog, Economía

Autores

Elvira Garcia - Equipo EPA

Elvira Garcia

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