
Sesgos al invertir (Parte III)

Con esta tercera parte completamos la lista sobre sesgos de los que adolecemos los seres humanos a la hora de invertir.
Con esta tercera parte completamos la lista sobre sesgos de los que adolecemos los seres humanos a la hora de invertir. Ojo, no porque no existan más, sino porque queremos llegar a la cuarta parte, la última, donde hablaremos sobre cómo podemos reducirlos para que nuestras inversiones sean si no más eficaces, al menos, más nuestras y menos influenciadas por factores que no controlamos.
1. Efecto Halo
Tendencia a realizar una generalización errónea basándonos en una sola característica o cualidad. Es decir: tendemos a realizar un juicio previo que aplicamos al conjunto.
Ejemplo: invertir en una empresa solo porque presentó buenos resultados. O confiar en un gestor solo porque es carismático, sin revisar si su producto es adecuado.
2. Efecto de prueba social
La tendencia a imitar a los demás cuando no tenemos criterios claros. Lo que es bueno para otros no tiene por qué ser bueno para ti. En inversiones, seguir la corriente puede llevar a errores costosos.
3. Sesgo de contabilidad mental
Juzgamos el dinero según su procedencia: no valoramos igual un premio que un sueldo. Esto lleva a gastar con menos cuidado cuando creemos que es “dinero extra”.
También afecta a traders que reinvierten ganancias sin evaluar riesgos, solo porque “ya ganaron algo”.
Conclusión: no somos máquinas racionales, pero debemos intentar no actuar únicamente por impulso.
“Cada uno ve lo que pareces, pero pocos saben lo que realmente eres.” — Maquiavelo
Publicado en: Bolsa, Economía
Autores
Elvira Garcia
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