Sesgos al invertir (Parte II)

En la anterior entrada sobre sesgos cognitivos vimos la existencia de algunas limitaciones en los seres humanos, denominadas sesgos, que provocan que no tomemos decisiones con completa racionalidad.

Hoy traemos otra batería de sesgos que adolecen los individuos y que podemos apreciar en el proceso de toma de decisiones en materia de inversiones:

• Ilusión de control: consiste en sobreestimar nuestra propia capacidad para influir en algo que realmente no controlamos.
  ¿Cuántas veces no has hablado con tu broker haciendo galantería de conocer enormemente una empresa o producto?
  Esta ilusión nos lleva a cometer errores: operaciones impulsivas o bloqueos por miedo.
• Sesgo de autoridad: tendencia a sobrevalorar ciertas opiniones solo por quién las emite.
  Por ejemplo, los brokers contratan a “traders estrella” que aunque tengan malos resultados, siguen influyendo en la masa por su imagen.
  Si eres vendedor o account manager, seguro lo has vivido: “Es que el Sr. X dice que este producto subirá…”.
  Recomendación: Escucha también a la “Sra. Y” que puede dar análisis contrarios. Solo así formamos un criterio más equilibrado.
• Anclaje: dar más peso a la información recibida primero, aunque haya nueva que la contradiga.
  Ejemplo clásico: preferir regulación de FCA Reino Unido frente a CySEC Chipre por lo que leímos años atrás en foros.
  Sin embargo, ambos países están regulados por ESMA y ambos han tenido casos de mala praxis.
  ¿Por qué lo infravaloramos? Porque la primera impresión es difícil de borrar.

En resumen, estos sesgos nos alejan de decisiones racionales (como postula la Economía Neoclásica), y conocerlos es clave para reducir su influencia.

Lo importante: tomar decisiones lo menos sesgadas posible.

No olvidemos que solo somos Homo Sapiens,
los Homo Economicus solo están en los libros de texto.

Publicado en: Bolsa, Economía