Premio Nobel de Economía por el estudio de la brecha salarial entre hombres y mujeres

Elvira Opina Nov 2
5 min
Premio Nobel de Economía por el estudio de la brecha salarial entre hombres y mujeres

¿Te imaginas recibir el Premio Nobel de Economía y que cuando busques a ver qué dicen sobre tu trabajo merecedor de tal premio?



Premio Nobel de Economía por el estudio de la brecha salarial entre hombres y mujeres


Autor: ELVIRAECONOMÍANoviembre 2, 2023

¿Te imaginas recibir el Premio Nobel de Economía y que cuando busques a ver qué dicen sobre tu trabajo merecedor de tal premio encuentres discusiones sobre si eres tía, tío, tíe o lavadora?

Lamento no ser Eduardo Garzón, entre otros… Como economista que soy, la deformación profesional que me precede es a leer e investigar sobre el trabajo meritorio de este galardón, no ponerme a debatir si muchos economistas hablarán o no de la ganadora, Claudia Goldin, por ser mujer o por no serlo.

Ni tampoco a gritar (a mi modo de ver) erróneamente, con titulares capciosos que destacan su trabajo merecedor del Premio Nobel como “pura demostración de cuánto importan las mujeres”. Creo que precisamente le hace flaco favor a ella misma y a las mujeres en general.


Un premio por un trabajo necesario


Esto es Economía Para Adultos, señores. El que quiera leer tintes políticos u oportunistas gracias a esta noticia que recurra a las fuentes de confianza para ello, este no es su sitio.

Entremos en la materia importante: La nueva Premio Nobel de Economía de 2023, reconocida el pasado 9 de octubre por la Real Academia de las Ciencias de Suecia, ha recibido el máximo Premio al que un economista puede aspirar gracias al trabajo que habla sobre la evolución de la incorporación de la mujer al mundo laboral.

Analiza por qué la incorporación de la mujer al mundo laboral fue tan tardía, qué factores ayudaron a su incorporación y qué determina realmente la brecha salarial entre hombres y mujeres (la llamada “brecha de género”).

En palabras de la autora estadounidense, se trata de una “revolución silenciosa”, donde en el marco de estudio que abarca desde finales del siglo XIX hasta la actualidad se distingue una evolución de un casi un 0% de tasa de actividad femenina, hasta el 80% actual que se equipara con el masculino.


Las cuatro etapas de evolución


  • Etapa comprendida desde finales del siglo XIX hasta 1930
  • Desde 1930 hasta el final de la II Guerra Mundial (1945)
  • Desde el final de la II Guerra Mundial hasta los años 70
  • Desde los años 70 hasta la actualidad

Uno de los puntos más interesantes del trabajo es la relación que marca entre materias como la desigualdad de ingresos, los avances tecnológicos, la educación, inmigración y expectativas de las mujeres.

Este último punto es el que esgrime la estadounidense como punto central: el hecho de que las mujeres vean a coetáneas avanzando en sus carreras laborales y llevando la formación de una familia a periodos más tardíos es algo que suma puntos a la hora de incorporarse al mundo laboral (todo sumado a los avances tecnológicos como la píldora anticonceptiva).

De hecho, este tema ya lo trató la autora en uno de sus papers junto con Lawrence F. Katz en 2002: “The Power of the Pill: Oral Contraceptives and Women’s Career and Marriage Decisions”.


¿Existe discriminación estructural?


En todo el marco teórico, también se trata el problema de la brecha salarial entre hombres y mujeres. La autora establece que no significa que exista una discriminación estructural en el mercado laboral contra la mujer, sino que tiene una explicación económica.

Claudia Goldin discrepa de la visión general de que esa brecha se debe a discriminación. Para ella, esa diferencia salarial se explica porque las mujeres prefieren una mayor flexibilidad laboral que los hombres.

Algunas empresas no pueden ofrecer esa flexibilidad porque su productividad depende de la suma de productividades individuales o del tipo de servicio ofrecido al cliente. Dividir la jornada de 8 horas no equivale a tener la misma productividad que una jornada completa, y por tanto, el salario por hora será inferior.


Causas estructurales en el hogar


No se puede obviar que la necesidad de flexibilidad se debe a que las tareas del hogar y cuidado familiar recaen aún más sobre las mujeres.

Si esta necesidad se redujera, muchas mujeres podrían acceder a puestos de mayor responsabilidad, en otros sectores, con mayor implicación laboral, lo que se traduciría en un mayor salario por hora.

Un trabajo necesario para quitar la mirada hostil que muchas veces se tiene hacia las empresas al creer que pagan más a los hombres solo por serlo.


¿Cómo reducir la brecha salarial?


  • En el ámbito privado: aprendiendo a distribuir mejor las tareas del hogar.
  • En el ámbito empresarial: rediseñando puestos que ofrezcan mayor flexibilidad sin reducir productividad.

Quizás, muchos titulares cambiarían si realmente se leyeran el trabajo de Claudia Goldin. Me atrevo a decir que hasta no hablarían del tema.


Conclusión


Claudia Goldin, Premio Nobel de Economía 2023. Un galardón más que merecido gracias a un trabajo más que necesario en la época que vivimos.

Publicado en: Economía, General

Autores

Elvira Garcia - Equipo EPA

Elvira Garcia

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